Tanto el sujeto que está en duelo como el deprimido, pierden todo interés por el mundo en el que habitar, la capacidad de vincularse queda obstruida y se oscila intempestivamente hacia la regresión de alguna de las funciones psíquicas más elaboradas.
¿Pero qué diferencia el duelo de la melancolía? En el caso del duelo, la libido queda libre para poder ser ligada a otros objetos de deseo o bien para revirar transitoriamente al yo. Sin embargo en la melancolía, ese retorno precario se fija perenemente hasta hacerse crónico. La persona se resiste imperiosamente a perder la presencia de la ausencia.
Ove es un hombre hostil de 59 años, para el que la vida jamás resultó un “jardín de rosas”. Sus vecinos se afanan obstinadamente en cometer toda clase de desatinos e ineptitudes, que él persiste en resarcir frente a sus faltas de decoro.
Lo que más anhela encarecidamente es reunirse con su fallecida esposa, única fuente de satisfacción y aliciente que le ha escoltado y amparando durante su agreste existencia.
Sin embargo, apearse del tren de la vida no le va a resultar, en absoluto, tarea fácil.
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Proximo cineforum el viernes 5 de Abril a las 19:30. Aforo limitado a 16 plazas. Interesados inscribirse previamente.